¿Cómo me puede afectar la situación del Covid-19 o coronavirus si tengo ansiedad o depresión?
¿Cómo me puede afectar la situación del Covid-19 o coronavirus si tengo ansiedad o depresión?
Estamos ante unos días complicados en los que el tema principal de conversación entre las familias, amigos, amigas, compañeros y compañeras es el virus que está afectando no solo a nivel de país sino a nivel mundial, el COVID-19 o comúnmente conocido coronavirus.
Este virus está provocando una gran preocupación y malestar a muchos niveles en nuestra población debido al descontrol que está generando y la incertidumbre de lo que está por llegar, así como el alcance de las consecuencias.
Entre este malestar, nos podemos encontrar con el malestar de tipo emocional, dónde el miedo puede ser una de las principales emociones que pueden aparecer. Los psicólogos y psicólogas debemos recordar que el miedo es una emoción que resulta desagradable pero que tiene un carácter adaptativo, ya que nos ayuda a movilizarnos para intentar que la situación ante la que estamos expuestos se pueda resolver o poner todos los medios que dependan de nosotros y nosotras para mejorarla. Sin embargo, es el miedo intenso el que puede llevar a un bloqueo emocional, lo cual puede llevarnos a paralizarnos o que aparezcan o aumenten en el caso de que ya los haya, trastornos de ansiedad o trastornos depresivos.
En el caso de las personas que ya tienen ansiedad de base o sufren de trastorno de ansiedad o de depresión, estos síntomas podrían aumentarse ante tal situación y es responsabilidad de cada persona el luchar contra el miedo y no dejar que éste nos anule nuestra capacidad de reacción o exacerbe unos síntomas que no resultan adaptativos.
Por ello, si padeces de sintomatología ansiosa o depresiva o tienes trastorno de ansiedad o depresión, te recomendamos:
- Normaliza las emociones que te puedan surgir en estos momentos, seguramente pueden ser varias y/o contradictorias y luchar contra éstas de una manera poco adaptativa puede exacerbar la sintomatología ansiosa o depresiva. Date permiso para sentirlas, es normal, estamos ante una situación delicada en la que hay mucha incertidumbre.
- Normalizar estas emociones no significa que no esté en nuestra mano poner todo nuestro empeño en gestionarlas y no dejar que incrementen y compliquen así, nuestro estado de ánimo. Una vez que lo hemos hecho, nos podemos poner en marcha para buscar alternativas de gestión emocional. Pensar constantemente en qué uno o una está nervioso o nerviosa y que esto va a empeorar nuestro estado anímico, lo único que provoca es sensación de incremento de estos síntomas y en algunas ocasiones, realmente pasa.
- Para las personas que tienen ansiedad la información es una herramienta útil para poder minimizarla. Acude solo a fuentes de información fiable y contrastada. No es necesario estar conectado o conectada a estas fuentes todas las horas del día, con que las consultemos dos o tres veces al día es suficiente, hay que evitar la sobreinformación.
- Mantener la mente ocupada en otros temas que nos resultan más gratificantes, atractivos o relajantes. Practicar deporte en casa, establecerse una rutina, practicar diferentes técnicas de relajación como la meditación, mindfulness o la respiración profunda y atención plena en ésta pueden ser estrategias útiles.
- En relación con lo anterior, podría ser útil preguntarse qué no se ha estado haciendo y nos hubiese gustado hacer en caso de tener más tiempo libre. Buscar qué nos gustaría probar y hacerlo, como pintar, dibujar, redecorar la casa moviendo el mobiliario, empezar a leer libros que compramos y siguen en el cajón, ver películas o jugar a juegos de mesa en familia, entre otros.
- Recordar que la ansiedad y la depresión nos pueden llevar a tener pensamientos acordes al estado de ánimo en el que nos encontramos, teniendo así más pensamientos de tipo catastrofista y poco realistas. Una opción recomendable es coger un papel y un lápiz, escribir estos pensamientos catastrofistas y buscar razones a favor y en contra de qué éstos vayan a ocurrir en base a evidencias realistas. En la mayoría de ocasiones podremos comprobar que la probabilidad de que vaya a ocurrir lo que estamos pensando o las consecuencias en caso de que pase, no son tan graves o son bastante improbables.
- Valorar la opción de quedarse en casa como una oportunidad para pasar más tiempo en familia, practicar los ejercicios de relajación que nos ha dado a conocer nuestro profesional de referencia en caso de acudir a éste o en el caso de estar solo en casa, aprender a gestionarlo y encontrar maneras alternativas de aprovechar el tiempo y cuidarnos a nosotros mismos y mismas.
- Dado el estado de alerta y la necesidad de quedarse en casa de manera continua, otra de las necesidades que se establecen y en el caso de las personas con ansiedad y depresión más, es fortalecer el establecimiento de rutinas. Desde la Clínica Atenea, te aconsejamos que trates de planificarte una serie de rutinas durante el día y a lo largo de la semana, incluso diferenciando de lunes a viernes unas y sábado y domingo otras. En el caso sobre todo de personas con depresión, es importante que sigan manteniendo una rutina de despertarse e irse a dormir a las mismas horas, mantener rutinas de higiene diarias, vestirse aunque sea con ropa cómoda y mantener las cinco comidas diarias.
- No aislarse. Intercambiar tus preocupaciones con alguien de confianza, escuchar y ser escuchado o escuchada puede ser bueno para sentirse entendido o entendida y acompañado o acompañada. Sin embargo, no es recomendable convertir el tema sobre el coronavirus como único tema de conversación. Si lo necesitas, pide ayuda a personas de confianza. Hoy en día el uso de la tecnología es una buena opción para mantenerse comunicado o comunicada, mensajería instantánea, video llamadas,…
- Si tienes hijos o hijas a tu cargo y sois más de un adulto en casa, te aconsejamos que aparte de hacer todos juntos algunas actividades, os repartáis una o dos horas durante el día para estar solos y solas cada uno, y así tener tu espacio y poder practicar alguna actividad que pueda resultarte agradable o te ayude a relajarte. Este punto es muy importante, pues si ya padeces de sintomatología ansiosa, es una manera de prevenir que ésta se exacerbe debido a la alta saturación mental y el poco descanso.
Parece que está claro que esta pandemia puede afectar a muchas personas en muchos niveles. La afectación emocional que va a causar a cada uno y una de nosotros y nosotras va a depender de las medidas que cada persona adopte para gestionar esta situación de la mejor manera posible, su capacidad para pedir ayuda y de la red de apoyo que tenga. Des de la Clínica Atenea os animamos a seguir las anteriores recomendaciones.