9 consejos para superar una ruptura de pareja
9 consejos para superar una ruptura de pareja
“¿Qué voy a hacer sin esta persona?, nadie me va a querer, no encuentro sentido a la vida si no es con mi ex-pareja, este dolor es tan fuerte que no sé si podré conseguir sanarlo, todos los planes que tenía se han ido al traste, he fracaso,…”.
Cuando hay una ruptura de pareja, este tipo de preguntas, inquietudes, preocupaciones y pensamientos son muy frecuentes y comunes vivenciarlos y que estén presentes en una gran parte de quiénes la viven. Y es que una ruptura de pareja es un acontecimiento que puede generar muchos cambios y estrés a nivel emocional y también uno de los momentos de la vida en el que uno se puede replantear el sentido de ésta.
Seguramente has tenido muchas personas de tu alrededor a las que has visto dejar o ser dejadas en sus relaciones personales y las emociones que eso les ha generado. Superar una ruptura de pareja no es fácil, se experimenta una sensación de “pérdida” de uno mismo, de un proyecto de futuro en común, de muchas ilusiones personales y muchos otros factores que estaban asociados a ella, como otros miembros de su familia o amigos. Sin embargo, es importante saber que tanto esta como otras pérdidas suponen un duelo y que pueden superarse.
Cada persona vive una ruptura de pareja de una manera diferente, según sus anteriores experiencias, su estado emocional, las circunstancias por las que se produce y en las que se produce y por su capacidad de afrontar, adaptarse y gestionar las emociones que esta situación genera.
Es bastante común escuchar a otras personas hablar de que una ruptura de pareja es como pasar un duelo y sus etapas, y nada más lejos de la realidad. Una ruptura conlleva un duelo en el cuál se puede pasar por diferentes etapas, aunque no todos las pasan de la misma manera. Podemos encontrar momentos de negación, culpa, desesperanza, tristeza, resignación y aceptación.
Para poder manejar esta desbordante situación en muchas ocasiones, hay que trabajar y dar tiempo y espacio para reconocerla, comprenderla y aprender a gestionarla, aprender que en ella, están implicados los pensamientos, las emociones, las sensaciones físicas y la conducta que se verá afectada por los anteriores o incluso influir en éstos.
Un factor importante en este proceso además de los anteriormente mencionados como experiencias pasadas, capacidad de adaptación o mecanismos de afrontamiento, es la autoestima, ya que ésta determinará gran parte de la propia valoración sobre lo que ha ocurrido, cómo se valora a la persona que se ha perdido, a uno mismo, el juicio que uno haga de todo, y que en muchas ocasiones, cuando no se es capaz de superar, se trata de un juicio injusto hacia una mismo.
Para poder ser más consciente y trabajar en el proceso de duelo por la ruptura, es importante valorar la ruptura también como una oportunidad para resignificar nuestras vidas, darle de nuevo un sentido y valorar nuestro papel hasta el momento en nuestra vida teniendo paciencia y transitando las diferentes emociones que puedan aparecer. Para ello, te dejamos algunas claves:
- Deja que fluyan todas las emociones y acéptalas, solo así podrás transitar el dolor y llegar a la aceptación. Llora, desahógate, grita o simplemente compártelo con tus seres queridos. Seguramente puedan aparecer emociones muy desagradables que te parezca difícil de sostener o que quieras evitar, sin embargo, debes saber que todas las emociones nos dan información sobre lo que necesitamos, negarlas o evitarlas sería renunciar a una oportunidad de encontrar el camino que uno necesita.
- Escribe: escribir puede ayudarte a procesar lo que estás sintiendo, a verlo desde la distancia y a estructurar tus pensamientos.
- Relaciónate y déjate ayudar: el apoyo de tus seres queridos es muy importante, no te aísles, déjate acompañar, pide lo que necesites y cuando te sientas con ganas conoce gente nueva. Si con el tiempo ves que no es suficiente, pide ayuda a un profesional, no sientas vergüenza, a veces necesitamos ayuda para poder ver y hacer las cosas de manera diferente.
- Haz actividades que te gusten: aunque al principio puedas no tener ganas de nada, puede ser un buen momento para recuperar actividades que dejaste de hacer y te gustaban o empezar las que te quedaron por hacer.
- Sé racional: al principio es fácil dejarse llevar por las emociones hacia el extremo de idealizar y solo recordar las cosas buenas o culpabilizar y solo recordar las cosas malas. Seguramente hubo de ambas, por algunas razones la relación se mantuvo y por otras la relación acabó.
- Ten una mirada comprensiva y tierna hacia ti: es frecuente escuchar frases del tipo “y si yo hubiera…”. Seguramente con lo que sabes ahora hubieses actuado diferente, pero el pasado no se puede modificar, por mucho que te machaques o te recrees pensando en escenarios diferentes nada va a cambiar. En aquel momento actuaste de esa manera porque era la manera en la que consideraste que estaba bien, era la manera en la que pudiste actuar con la información que tenías. A partir de aquí, solo te queda valorar cómo continuar tu vida con lo que ahora ya sabes y necesitas.
- Piensa en ti: en estos momentos es importante que centres tu atención en ti y cómo cuidarte. La otra persona es responsable de cuidarse a ella igual que tú lo eres de cuidarte a ti. De nuevo, busca qué te puede hacer sentir mejor y qué necesitas.
- En momentos en los que te sientas desbordado retrasa el tomar decisiones importantes. Tu vida puede estar sufriendo muchos cambios a raíz de la ruptura (amigos, casa, hijos, soledad, compañía, aficiones,…), si puedes posponer decisiones importantes hazlo, merecen ser tomadas cuando estés mejor y no como consecuencia de tu estado emocional del momento.
- Tiempo: sentimos decirte que este proceso es inevitable que requiere tiempo, tiempo para transitar ciertas emociones dado que es un momento de tu vida en el que una persona que ha significado mucho para ti ha decidido o ha tenido que salir de tu vida. Trata de normalizar por desagradables que sean las emociones, durante un tiempo estarás mal o tendrás momentos malos, pero recuerda, éstos no tienen por qué ser permanentes. Además, eso no significa que no puedas también tener otros momentos buenos por otros motivos, date permiso a disfrutarlos aun estando más sensible. Con el tiempo y tu esfuerzo en cuidarte los buenos empezarán a ganar a los malos.
- Cuídate y quiérete mucho: es el momento de valorar esto como una oportunidad para volver a centrar tu atención en ti, hacer cosas para ti y por ti, respetarte, valorarte y conocerte de nuevo desde el punto en el que estás ahora. Recuerda, para poder querer de una manera sana, es importante quererse a uno mismo de forma sana.
Una ruptura de pareja es un acontecimiento vital por el que muchas personas podemos pasar en uno o más momentos de nuestras vidas. La manera en que uno la viva depende de unos mismo, de su mirada hacia la situación y de las herramientas que ponga en marcha para afrontarla. Si sientes que necesitas ayuda para encontrar o poner en marcha tus herramientas, la ayuda de un profesional podría irte bien. En Clínica Atenea podemos ayudarte.
“Sólo se volverá clara tu visión cuando puedas mirar en tu propio corazón. Porque quien mira a afuera, sueña, y quién mira adentro, despierta”. Carl Jung