Me doy derecho a tener unas vacaciones
Me doy derecho a tener unas vacaciones
Tener vacaciones no es sinónimo de descanso, sino que éste se consigue en función de la desconexión y cambio de actividades que haga la persona. Para ello, te dejamos otras recomendaciones para incrementar la calidad de las vacaciones y el descanso.
En la sociedad en la que vivimos ahora, en el ámbito laboral se nos pide que seamos trabajadores competitivos, competentes, productivos, eficaces y eficientes, teniendo que actualizarse constantemente, tomando decisiones, siendo pro-activos,… Además de todo ello, estas exigencias laborales tenemos que intentar compaginarlas con nuestro rol de padres, hermanos, hijos, amigo, etc.
Estas constantes exigencias generan un estado de estrés que en cierta medida es necesario porque nos empuja y motiva a estar atentos a las demandas y poder responder a éstas. Sin embargo, si este estrés se mantiene en el tiempo sin dar opción a la desconexión, puede dar lugar a una disminución en el rendimiento, en la motivación e incluso en el placer de desarrollar nuestro trabajo como antes lo hacíamos. Esto puede llevar al conocido burnout, síntomas depresivos, problemas de sueño o trastornos de ansiedad. Y estos problemas pueden suponer a la larga ser factores de riesgo para problemas cardiovasculares, cerebrovasculares, obesidad y diabetes entre otros.
Es por ello que es necesario un período de descanso en el que uno se pueda relajar tanto física como psicológicamente, es decir, unas vacaciones.
¿Qué beneficios nos proporciona tener vacaciones y permitirnos el descanso?
Es importante antes de conocer los beneficios, entender que el simple hecho de tener vacaciones no implica que se descanse y desconecte si no se dejan a un lado las preocupaciones laborales, las responsabilidades del trabajo y no se hacen actividades que permitan disfrutar y sean diferentes a la rutina habitual.
Numerosos estudios confirman que las vacaciones ayudan a reforzar la autoestima, prevenir el estrés, ansiedad y otros trastornos. Algunos efectos que producen:
- Disminución del estrés: durante el período laboral, a diario se puede ir acumulando debido a las exigencias y contratiempos tensión como consecuencia de que la persona ha producido altos niveles de cortisol y tenido ansiedad. En este caso, las vacaciones permiten un período para relajarse y reparar el organismo de la tensión continua de todo un año en el trabajo.
- Relajación y desbloqueo mental: las vacaciones y el descanso en éstas, ayudan a mejorar la capacidad de concentración, el bloqueo mental y el enlentecimiento físico y mental provocado por el continuo estrés. Por tanto ayudan a reactivar la capacidad de decisión y juicio para posteriormente tomar decisiones.
- Sentimientos de felicidad y satisfacción: Un descanso óptimo ayuda a reactivar los circuitos neurales relacionados con la recompensa, es decir, ayuda a que se den sentimientos de felicidad y reducir los síntomas ansiosos y bloqueos del pensamiento o pensamientos negativos.
Hay muchas personas que tienen dificultades para empezar sus vacaciones debido a que eso implica una ruptura de la rutina habitual y una desconexión en el ámbito laboral que en muchas ocasiones no es fácil permitirse, sobre todo si se tiene un cargo de alta responsabilidad.
7 consejos para conseguir disfrutar de las vacaciones y desconectar del trabajo:
- No dejar temas importantes para los últimos días.
- No empezar nuevos proyectos si los vas a dejar a medias y no vas a poder delegar.
- Acabar los proyectos empezados.
- Aprende a delegar y deja bien preparado e indicado lo que tienen que hacer las personas a las que vas a confiarles ese trabajo.
- Informa a todos de los días que estás de vacaciones y proporciona información sobre la persona que se encargará en tu ausencia si es el caso.
- Deja programado el correo electrónico para que conteste de forma automática de que estás ausente durante un período de días y que responderás en cuanto te incorpores. Si tienes opción, déjalo programado para que se desvíe a la persona a la que hayas delegado.
- Mentalízate días antes de empezar las vacaciones del derecho y la necesidad de éstas tratando de dejar atrás los sentimientos de culpabilidad.
Como se ha dicho, tener vacaciones no es sinónimo de descanso, sino que éste se consigue en función de la desconexión y cambio de actividades que haga la persona. Para ello, te dejamos otras recomendaciones para incrementar la calidad de las vacaciones y el descanso:
- No planifiques excesivamente las vacaciones, la flexibilidad es la clave para que no aparezca el estrés. Deja de lado el “tengo que…” o “debo de…”.
- Ten objetivos realistas que se puedan desarrollar durante ese período.
- Deja todo atado en cuanto a las responsabilidades habituales y así poder desconectar totalmente de la rutina habitual.
- Haz cosas nuevas, incorpora cambios diferentes a los rutinarios.
- Si las vacaciones son en grupo o en familia, prevén conflictos incorporando y mediando con los deseos de todos los que participan y realizando actividades que se puedan hacer de manera colaborativa.
- Mantén hábitos saludables (ejercicio físico, dieta sana,…).
- Realiza actividades que te resulten placenteras.
- Como se ha dicho anteriormente, desconecta del trabajo lo máximo posible.
También es importante destacar que los expertos recomiendan y recuerdan que este período de descanso y recuperación del organismo es necesario que se dé de forma diaria en la medida de lo posible, realizando fuera del horario laboral otras actividades placenteras, lo cual se verá reflejado en tu bienestar y en tu rendimiento en el trabajo.
Con todas estas recomendaciones esperamos que ahora que llega el periodo de Navidad o cuando llegue tu período de vacaciones te des permiso para disfrutarlas y que realmente te supongan un descanso.
“El arte del descanso es una parte del arte de trabajar”
(John Steinbeck)