La reeducación psicopedagógica es una intervención personalizada a alumnos de infantil, primaria o secundaria, que tiene por objetivo trabajar las dificultades relacionadas con los aprendizajes de carácter académico.
Para ello, no solo nos centramos en las tareas del día a día, sino que también se interviene sobre planificación y organización (agenda, horarios, apuntes…), técnicas de estudio (lectura, palabras clave, resumen, esquemas…), recuperación de aprendizajes no adquiridos correctamente (lectura, escritura, cálculo…), preparación de exámenes, etc. Y todo lo que hace referencia al entorno, la motivación y la autoestima: aprovechar los puntos fuertes para lograr objetivos cada vez más favorables, crear un correcto espacio de estudio, etc.
La reeducación psicopedagógica se basa en la estimulación, en explotar los puntos fuertes de los chicos para su mejor desarrollo, y trabajar los puntos más flojos para que les puedan sacar el máximo partido.
Por ello, trabajamos las diferentes habilidades cognitivas: memoria, percepción, atención, planificación temporal, orientación visoespacial, razonamiento abstracto, lenguaje verbal y no verbal y flexibilidad cognitiva.
El repaso se centra en adquirir conocimientos específicos, materias y contenidos escolares, haciendo las tareas y preparando los exámenes.
Sin embargo, a través de la reeducación, aprovechamos estas mismas tareas pero vamos mucho más allá, centrándonos en crear una buena base metacognitiva: que los chicos tengan la capacidad de autorregular los procesos de aprendizaje. Es decir, aquí el objetivo es el aprendizaje, no solo académico, sino de cómo gestionarse y lograr autonomía. Que tras trabajar el tiempo que necesite de la mano de un profesional, acabe conociéndose, sepa cómo sacar lo mejor de sí mismo, tenga las estratégicas para hacerlo y use esas herramientas para llegar al éxito.
¿A quién va dirigido?
La reeducación psicopedagógica, en sus inicios, era una técnica dirigida especialmente a usuarios con trastornos específicos del aprendizaje, neurodesarrollo y de la conducta (TDAH, TEL, TANV, TEA, TND, TC, dislexia, discalculia…), así como dificultades de aprendizaje causadas por problemas emocionales o daño cerebral adquirido. Aun así, creemos que no es necesario tener un trastorno para beneficiarse de todo el desarrollo cognitivo, conductual y emocional que genera una intervención como ésta. Cualquier usuario, con mayor o menor dificultad, con o sin trastorno, puede ser un buen sujeto para trabajar sobre sí mismo y mejorar.
Por otro lado, la reeducación psicopedagógica tiene beneficios para pequeños y mayores: cuanto antes se crea una buena base de aprendizaje social y emocional, mejores resultados se observarán en los chicos; pero nunca es tarde para mejorar. Para este trabajo individualizado, nos centraremos en escolares, de primaria, secundaria y bachillerato.
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