Es la dificultad para iniciar y/o mantener el sueño o cuando se produce un despertar pronto por la mañana y no se puede volver a dormir. Estos problemas pueden presentarse varios días por semana y dura varios meses.
Consiste en experimentar somnolencia excesiva a pesar de haber dormido 7 horas o más. Se puede tener un sueño no reparador y sentir que nos caemos de sueño varias veces en un mismo día, o dormir más de nueve horas diarias, no sentirnos descansados y tener dificultad para estar despiertos después de un despertar brusco.
Uno de los principales motivos de que no podamos descansar bien es la activación física (ejercicio antes de acostarnos) y los pensamientos y preocupaciones que se agolpan en nuestra cabeza a la hora de dormir.
Se trata de volver a establecer las condiciones adecuadas para que se dispare el sueño de la siguiente forma:
Una vez conseguido todo esto, el último paso sería conseguir que estos pasos se produzcan de manera automática, sin necesidad de planearlo o pensar en ello. Para esto, es conveniente ajustar el sueño a un momento concreto, no hacer siestas durante el día, mantener horarios regulares de acostarse y levantarse, llevar siempre la misma rutina antes de dormir como lavarse los dientes, conectar la alarma, apagar las luces....
Si llevas tiempo sin poder descansar de forma adecuada, sin llegar a tener un sueño reparador y sintiéndote cansado a lo largo del día, no hay porqué prolongar esa situación. Puedes ponerte en contacto con nosotros para que te expliquemos qué podemos hacer por ti para ayudarte a dormir bien.
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