La psoriasis es una enfermedad conocida. ¿Sabías que puede tener un origen psicosomático? Nuestra psicóloga te lo explica.
La piel es el órgano mas grande de nuestro cuerpo, a través de el expresamos sensaciones de miedo, temor, ira, rabia o vergüenza. A su vez la piel nos permite sentir caricias, dolor, frio, calor...
Ida Macalpine considera que la reacción psicosomática que se expresa mediante la piel se caracteriza por:
- Ser una angustia de tipo psicótico, de origen no especificado.
- Una forma de defensa ante una angustia muy profunda que puede tomar la gorma de rabia.
- La rabia como emoción defensiva solo se manifiesta en parte, siendo encubierta y desplazada a la piel como síntoma psicosomático.
Blanch, basándose en la etiologia, considera que existen dos tipos de trastornos:
- Enfermedades psiquiátricas primarias que cursan clinicamente con síntomas dermatológicos claramente manifiestos. Dentro de este tipo están: Delirio de parasitación, Dermatitis facticia o dermatosis autoprovocada, Tricotilomanía, Trastorno dismórfico corporal y Trastornos obsesivos y fobias.
- Enfermedades dermatológicas que curan clinicamente con síntomas psiquiátricos/psicológicos asociados. Un ejemplo de estas serian: Alopecia areata, Psoriasis, Dermatitis atópica y Acné.
La psoriasis se caracteriza por la presencia de placas definidas y delimitadas con escamas gruesas y plateadas, que aparecen en las zonas extensoras de las articulaciones, tales como el codo y la rodilla.
Sobrado y sus colaboradores, a raíz de un estudio con 260 pacientes con psoriasis, extrajeron las siguientes conclusiones:
- Permanencia de un modo vincular simbólico, primero relacionado con la figura materna, posteriormente desplazado a la pareja u otra persona cercana.
- Marcada labilidad emocional, sentimientos intensos de desvaloración personal y abandono, rigidez del superyo y defensa arcaica del yo.
- Tono depresivos.
- Su principal mecanismo de defensa es la negación.
- Ambigüedad a la hora de delimitarse a si mismo y a su propia identidad.
- Protección materna excesiva acompañada de distanciamiento emocional.
- Su Yo deposita masivamente los núcleos agresivos en el síntoma dermatológico.
A la hora de tratar a estos pacientes es muy importante lograr aislar el núcleo melancólico de la personalidad.
La base de los trastornos dermatológicos se encuentra, principalmente, en un acontecimiento o serie de acontecimientos sufridos a lo largo de la vida del paciente.
En la mayoría de los casos tiene relación directa con la sobreprotección sufrida en la edad infantil. La falta de cariño, de unas bases o normas de conducta, la sensación de no poder expresar libremente los sentimientos, o no aprender como hacerlo de forma correcta, son solo, otros ejemplos de posibles estímulos que desencadenan en un trastorno dermatológico.
No todos los pacientes que sufren algunos de los estímulos señalados desencadenan en consecuencias que afecten a su salud psicológica y física, el desarrollar trastornos va íntimamente relacionado con las características personales de cada uno.
Si somos personas sensibles, sin recursos sociales, con personalidad depresiva o ansiosa, seremos mas vulnerables a sufrir trastornos del estado de animo, de personalidad...
La base de trabajo en la mayoría de los casos que llegan a consulta parten de realizar un profundo estudio sobre la vida del paciente. De ella podemos extraer información esencial para establecer las pautas de trabajo y así poder abordar el tema de forma ordenada, directa y eficaz.
Partiendo de la clasificación realizada por Blanch, los pacientes que presentan trastornos dermatológicos poseen síntomas depresivos y de ansiedad, unos debido al aislamiento social al que se someten, por vergüenza de su aspecto, por evitar comentarios sobre su persona, por inseguridad en las relaciones sociales.... y otros, expresan dicha ansiedad y tensión en respuestas dermatológicas.