Con ocasión del día internacional de las personas con discapacidad, os compartimos este artículo sobre los mitos de la discapacidad intelectual.
La discapacidad, es una condición que define una deficiencia física o mental y que afecta tanto a nivel individual como grupal. Esta discapacidad puede ser sensorial, cognitiva, intelectual, mental o en forma de enfermedad crónica.
Desde la ONU, se identifica que las personas que tienen discapacidad, ya sea física o mental, suelen tener menos oportunidades en comparación al resto de personas sin discapacidad en la mayoría de ámbitos, como el económico, educativo, social y laboral. Esto es debido en gran parte a que hasta hace pocos años, se miraba a las personas con discapacidad haciendo hincapié en las capacidades que no tenían, sus dificultades y sus carencias.
La desinformación y la ignorancia, así como una falta de legislación adecuada, son en un gran porcentaje responsables de la discriminación y estigmatización que sufren estas personas. Por ello, la celebración de este día es una oportunidad para romper con estas barreras, tomar conciencia y medidas para cambiar esta situación y luchar por una sociedad incluyente con igualdad de oportunidades.
Algunos datos aportados por la ONU:
- Más de mil millones sufren algún tipo de discapacidad (una de cada siete).
- Más de cien millones de discapacitados son niños.
- Los niños con discapacidad tienen cuatro veces más posibilidades de ser víctimas de algún tipo de violencia.
- El 80% de las personas con discapacidad vive en los países en desarrollo.
- El 50% de las personas con discapacidad no tiene acceso a la sanidad.
Aprovechando que hoy es el día Internacional de las Personas con Discapacidad, hemos escogido la discapacidad intelectual para acercarte más a las personas que conviven con ella y romper falsos mitos que hacen de barrera, fomentando así una mayor oportunidad de inclusión para ellas.
Mitos sobre la discapacidad intelectual:
- Todas son iguales. Todas las personas con discapacidad intelectual, al igual que el resto de población en general, son diferentes respecto a sus intereses, inquietudes, aficiones, preocupaciones, manera de vivir sus emociones, de pensar,... No dejan de tener su individualidad por el hecho de tener discapacidad.
- Son infantiles. Se piensa que estas personas viven en una minoría de edad permanente, cuando en la realidad, son capaces de tener sentimientos y emociones complejas, ser independientes y se desarrollan y atraviesan las mismas etapas del ciclo vital como el resto de personas sin discapacidad.
- Presentan problemas de conducta. Al igual que las personas que no tienen discapacidad intelectual, no tienen por qué presentar problemas de conducta. Lo que sí tienen son más probabilidades de presentarlos, al igual que el resto de personas que no padecen de esta discapacidad, debido a la falta de apoyos para expresar sus sentimientos, sensaciones y deseos.
- No entienden lo que se les dice. Son capaces de entender perfectamente si la información se adapta a su vocabulario, y se respeta el ritmo y tiempo que necesitan para que puedan interiorizar el mensaje. Lo que puede pasar es que no puedan o sepan demostrar muchas veces que lo entienden.
- No pueden aprender, cambiar ni trabajar. Todas pueden aprender y por tanto cambiar y trabajar, lo que necesitan es que se adapte la información a sus características, teniendo en cuenta y respetando sus ritmos y potenciando sus capacidades.
- Son asexuadas o no tienen control sobre sus impulsos sexuales. Al igual que el resto de personas, también tienen necesidades de afecto a las que se debe atender. Respecto al control de sus impulsos sexuales, las personas con esta discapacidad también pueden aprender a manejar las expresiones de su sexualidad y expresarlas dentro de lo que socialmente está aceptado. Lo importante es una educación sexual adecuada.
- No pueden tener hijos, formar pareja o casarse. Esto puede tener que ver con la visión relacionada con el anterior mito de que son infantiles y no se pueden valer por sí mismos. Sin embargo, pensar así implica privarles de la posibilidad de realizarse personalmente. Estas personas tienen el mismo derecho a vivir su sexualidad y de lo que se trata, es de proporcionarles toda la información necesaria igual que se la daríamos a las demás que no tuviesen dicha discapacidad.
- No son capaces de tomar sus propias decisiones. Dependiendo del grado de discapacidad, pueden ser lo suficientemente autónomos para decidir qué quieren y que no. El problema está en la falsa creencia de que son niños tengan la edad que tengan y de que se les debe sobreproteger, lo que en consecuencia provoca que sean más dependientes.
- Son una carga para la familia y la sociedad. Esto tiene que ver con la creencia de que necesitan estar permanentemente vigilados y la visión negativa hacia estas personas, dónde se las mira desde sus carencias y dificultades, sin tener en cuenta sus capacidades, oportunidades y autonomía.
- Las personas con discapacidad intelectual, son personas con recursos y posibilidades. Si bien hay diferentes grados de discapacidad y hay que tomarlos en cuenta, a muchas de ellas se les priva de desarrollarse y potenciar sus capacidades para tener una vida más plena y autónoma. Es el entorno, las familias, la sociedad, los políticos, entre muchos otros, los que tienen el reto de entender que estas personas crecen, son dinámicas, cambiantes y tienen muchas capacidades que potenciar.
Como hemos visto, se puede ver la discapacidad de dos maneras: desde la visión antigua de lo que no tienen: carencias, dificultades y pérdidas, y por tanto frenar su vida independiente y felicidad o desde una nueva visión, mirándolas desde sus capacidades y posibilidades, potenciando así su desarrollo.
Así pues, las personas con discapacidad intelectual necesitan de la potenciación de su autonomía y autodeterminación con la ayuda de toda la sociedad, promoviendo así su inclusión social, reconociendo sus derechos y deberes.
Esperamos que esta lectura te haya acercado un poco más a la vida de estas personas y haber promovido en ti un punto de vista diferente hacia ellas.