Cuando la sociedad escucha cosas como estas: “Es que mi marido me ha sido infiel” “Es que mi mujer no me deja vivir, esta obsesionada con que le soy infiel” “No tengo espacio” “Me grita” Considera normal que se piense en una separación de pareja, pero que ocurre ¿cuando uno de los dos miembros de la pareja se siente diferente y no encuentra un motivo aceptado por la sociedad para poder separarse?
El tiempo pasa muy rápido y maduramos de formas muy diferentes. Observar que, todas las cosas que teníamos en común han desaparecido, no tenemos los mismos deseos de futuro, peleamos por cualquier cosa, no podemos sentarnos a dialogar, o simplemente estamos uno frente al otro sin saber que decir, nos hace replantearnos que ha podido suceder para sentirnos así.
Muchas veces no ha sucedido nada en especial pero si cosas en particular.
Cuando dejamos de comunicar determinadas cosas que nos molestan o nos duelen, cuando queremos cambiar nuestro carácter fuerte y lo anulamos por completo, cuando ya no deseamos compartir nuestros sueños y logros, cuando simplemente nos sentimos diferentes y lejanos. Aunque no queramos, al percibir estos cambios, debemos pararnos a pensar que sucede, que ocurre y porque estamos pensando o sintiendo de esa forma.
En muchas ocasiones estas sensaciones son la alarma de que existen problemas de pareja, que no nos estamos haciendo escuchar, que nos hemos encerrado en nosotros mismos, que nos dejamos llevar… sea cual fuera la causa esta claro que aunque no nos guste lo que nuestro corazón y mente nos desvele, debemos parar a escucharnos y reflexionar sobre lo que sentimos y pensamos.
Cuando no encontramos solución o todo lo percibimos como pensamientos incoherentes acudir a terapia puede ayudarnos a salir adelante.