Llega la Semana Santa, y aumenta en muchos el temor de tener que compartir estos momentos con nuestra pareja.
Estamos acostumbrados a trabajar durante todo el día y llegar a casa agotados y con ganas de meternos en la cama. Nuestro día a día en pareja se puede resumir practicamente en un "Buenas Noches cariño, hasta mañana".
Debido a esta monotonía semanal, mensual e inclusive anual, cuando llegan las vacaciones y vemos a nuestra pareja durante varios días seguidos, llega el momento en el que nos saturamos. Las sensaciones pueden ser diversas, dependiendo de la personalidad de cada uno de nosotros : algunos desean tener a la pareja lo más lejos posible, otros se sienten cansandos, desganados, algunas personas se sienten culpables de no tener ganas de estar con su pareja... Sea cual sea la forma de expresarlo, el resultado es el mismo:
Estamos distantes
Descontentos
Sin ganas de salir
Nerviosos, alterados, desganados...
Tenemos malas contestaciones
Peleamos
La base de todo esto (si no existen problemas de pareja anteriores), está en la monotonía, en la rutina diaria a la que nos vemos arrastrados, ¿Sin poder evitarlo? Si podemos evitarlo, para ello, debemos primero ser conscientes de que estamos en este círculo, y después poner remedio de forma inmediata! Aquí te pongo algunas soluciones para afrontar el día a día:
Buscar un día a la semana para pasar en pareja (cena romántica en casa, salida a tomar unas copas, paseando al perro, ir al mismo gimnasio....)
Bucar un momento cada día para poder comunicarnos con nuestra pareja (llamadas, mensajes, e-mails...)
Intentar una vez a la semana o cada dos semanas desatar la pasión sexual, el desenfreno, poner en marcha nuestra imaginación...
Recuperar la magia y los momentos que nos hacen sentir especiales, nos ayudará a afrontar mejor el día a día. Con más fuerza, más ganas y más ilusión por seguir adelante.