Las Nuevas Tecnologías de la Información y la Comunicación (TIC), especialmente Internet, han impactado en nuestra sociedad de una manera abrumadora aportando muchos beneficios y facilidades. Sin embargo, desde hace unos años se está empezando a detectar un gran número de casos, sobre todo entre los adolescentes, con una elevada necesidad de estar conectados a estas nuevas tecnologías que afecta negativamente a sus vidas diarias. A día de hoy, no es difícil oír hablar a una madre o un padre diciendo que su hijo vive obsesionado con el móvil, con estar conectado a Internet y a las redes sociales o videoconsolas, entre otros.
Las TIC, presentan una serie de características que las hacen muy atractivas, por lo que si se hace un buen uso de ellas, resultan de gran apoyo en la vida de las personas. Estas características son su universalidad, innovación, utilidad, digitalización, conectividad, inmediatez y variedad, entre otras.
La variedad de personas que acceden a las TIC es de todo tipo, encontrando personas que las dominan mucho y otras que son unas grandes desconocedoras que hacen uso de ellas, ignorando los riesgos y peligros que un mal uso puede desencadenar. Entre estas personas, un grupo vulnerable como se ha dicho anteriormente, son los adolescentes, los cuáles pasan por una etapa de muchos cambios a nivel físico, psicológico, social y familiar, por lo que puede resultar una etapa de especial vulnerabilidad ya que suelen tender a buscar nuevas sensaciones y probablemente son los que más familiarizados a día de hoy se encuentren con las TIC.
Aun así, eso no significa que todos los adolescentes vayan a tener una adicción a las TIC, sino que habrá personas más vulnerables que otras.
Son cada vez más los estudios que se realizan sobre el tema detectando una serie de factores de riesgo asociados a este tipo de adicciones. La disponibilidad y acceso rápido a estas nuevas tecnologías, ciertas características de personalidad y/ o estados emocionales, el contexto que rodea a la persona, circunstancias familiares y sociales y el tipo de estrategias de afrontamiento entre otros, son factores que aumentaran o disminuirán el riesgo de padecer una adicción.
Señales de alarma de un posible riesgo de adicción
Existen algunas señales de alarma que pueden avisar de un posible riesgo de adicción, entre las que se pueden encontrar:
- Dejar de dormir para estar conectado un elevado tiempo.
- No atender a otras actividades que antes eran importantes, como a la familia, amigos, estudios/trabajo y el cuidado de la propia salud.
- Pensar en la red constantemente a pesar de no estar conectado a ella y sentirse muy irritado si falla la conexión o no va lo rápido que iría habitualmente.
- Quejas por parte del entorno en cuanto al uso de la red, como la familia.
- Intentar no estar tanto tiempo conectado a la red sin conseguirlo y perder la noción del tiempo.
- Mentir sobre el tiempo real que se está conectado o jugando a algún videojuego.
- Aislarse cada vez más a nivel social, estar irritable y disminuir el rendimiento en los estudios o trabajo.
- Sentir una euforia anormalmente elevada en el momento que se está delante del ordenador, tablet, móvil o videoconsola.
- Reducir el tiempo de las tareas de la vida diaria que son básicas como comer o dormir para invertirlo en estar conectado.
- Conectarse nada más levantarse y ser lo último que se hace antes de irse a dormir, así como hacerlo nada más llegar a casa y si no se puede sentir un gran malestar.
Es importante tener en cuenta que más que el número de horas que una persona pasa conectada, es el grado de interferencia en su vida diaria lo que va a determinar si se trata de una adicción.
Cuando hay un uso excesivo en el que hay pérdida de control, necesidad exagerada de conectarse o jugar y necesidad de invertir más tiempo, así como fuertes repercusiones negativas en la vida cotidiana, estamos hablando de una adicción.
¿Qué hacer si un adolescente es adicto a Internet?
Para poder evitar y prevenir una posible adicción, existen una serie de estrategias que los padres y educadores pueden poner en marcha para que los adolescentes puedan aprender a hacer un adecuado uso de las TIC:
- Limitar el uso de aparatos y pactar las horas que se va a poder estar conectado (en la infancia y la adolescencia no es recomendable más de 1,5-2 horas diarias de conexión, a excepción de los fines de semana).
- Fomentar las relaciones familiares y sociales, así como su comunicación.
- Fomentar la práctica del deporte y actividades en grupo/ equipo.
- Potenciar otras aficiones no relacionadas con las TIC, como el cine, actividades culturales o la lectura.
- Control de los contenidos que se visitan en la red.
- Reubicar los aparatos a zonas comunes que no sirvan de evasión y estén fuera del control parental.
Si te sientes identificado con esta lectura o crees que alguien de tu alrededor podría estar sufriendo una adicción, no dudes en consultarnos, en Atenea Mallorca Clínica de Psicología te podemos ayudar.
Si te sientes identificado con esta lectura o crees que alguien de tu alrededor podría estar sufriendo una adicción, no dudes en consultarnos, en Atenea Clínic te podemos ayudar.