La adicción a los videojuegos, consiste en una necesidad constante por parte de la persona de jugar que interfiere en la vida diaria y que se antepone a cualquier otra actividad (incluidas las que antes uno disfrutaba) y que de no poder llevarla a cabo, provoca un sentimiento de tristeza o de nerviosismo importante. Así pues, en el caso de los niños y adolescentes se pueden ver alterados el rendimiento en la escuela y las relaciones familiares y de amistades y en el caso de los más adultos, verse alterado el rendimiento laboral y también las relaciones personales, familiares y amistades.