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¿Estoy teniendo un ataque de pánico o ansiedad?

¿Estoy teniendo un ataque de pánico o ansiedad?

¿Estoy teniendo un ataque de pánico o ansiedad?


La ansiedad es una reacción que tiene una función adaptativa en el ser humano, protegiéndonos actuando como señal de alarma ante peligros, facilitando el aprendizaje y motivándonos a cubrir algunas necesidades básicas. Sin embargo, la ansiedad deja de ser adaptativa cuando ésta actúa como señal de alarma en ocasiones en las que no hay un verdadero peligro real o si lo hay, ésta es desproporcionada.


Para entenderlo, veamos un ejemplo paralelo:

La alarma de un coche sirve para protegerlo ante una señal de peligro, como que lo intenten forzar o robar. En este caso, podemos decir que esta señal se pone en marcha en el momento adecuado, porque existe un verdadero peligro de que lo roben. Sin embargo, hay ocasiones en que las alarmas son especialmente sensibles y se activan cuando otro coche pasa por al lado o por el viento. Aquí podemos decir que la alarma se pone en marcha ante una situación que no tiene ningún peligro real, sino que como la alarma es muy sensible, detecta muchas señales inofensivas y reacciona ante ellas como si fueran un peligro. 

En los ataques de pánico ocurre algo parecido, el sistema de alarma del cuerpo se activa delante de situaciones en las que realmente no hay un verdadero peligro.

¿Cómo sé si lo que tengo son ataques de pánico o ansiedad?

Un ataque de ansiedad tiene tres características básicas:

  • Aparece un miedo y ansiedad intensos.
  • Suele darse de forma súbita e inesperada.
  • Los síntomas más intensos suelen durar unos minutos hasta su máxima expresión y luego van remitiendo (durante el ataque, a la persona puede parecer que dura mucho más y tener sensación de cansancio una vez los síntomas en su máxima expresión han pasado).

Mientras se da el ataque, el cerebro activa una señal de alarma que hace creer a la persona que se puede llegar a morir o algo catastrófico va a pasar, lo cual incrementa la actividad del sistema nervioso y se desencadenan todas las sensaciones y síntomas del ataque de pánico.


¿Qué síntomas aparecen ante un ataque de ansiedad?

Durante un ataque, se ven afectados el cuerpo, los pensamientos y el comportamiento. Veamos los más comunes:

  • 1 Reacciones del cuerpo:
    • Taquicardia.
    • Sudoración.
    • Respiración acelerada, sensación de ahogo o dificultad para respirar.
    • Temblores o sacudidas.
    • Dolor o molestias en el pecho.
    • Náuseas o malestar abdominal.
    • Sensación de calor o escalofríos.
    • Sensación urgente de tener que ir al baño.
    • Sensación de mareo, aturdimiento o que se va a desmayar.
    • Sensación de entumecimiento o de hormigueo.
    • Sensación de pérdida de contacto con la realidad, como no reconocerse a sí mismo o estar separado de lo que le rodea.
    • No es necesario que se den todos los síntomas o se pueden dar otros distintos y éstos conllevan a un ataque o crisis de ansiedad excesiva, no proporcional al peligro real.
  • 2 Pensamientos:
    • Me voy a desmayar.
    • Voy a tener un infarto.
    • Voy a ahogarme.
    • Tengo que tener una enfermedad muy grave para que me dé esto.
    • Voy a perder el control sobre mí y me volveré loco.
    • Voy a perder el control y haré el ridículo.
    • Voy a perder el control de mi cuerpo y me orinaré encima.
    • Inquietud.
    • Me voy a morir.

Es importante destacar que ninguno de estos miedos llegará a producirse durante un ataque de pánico o crisis de ansiedad. Los síntomas son muy desagradables y durante el ataque parecen muy reales, pero no producen daños.

  • 3. Comportamiento:

Es muy común que se intente hacer alguna cosa para evitar que se cumpla lo que cree que puede ocurrir durante el ataque:

    • Escapar de la situación en la que se encuentra, ir a casa o estar con alguien hace sentir más seguro.
    • Intentar evitar esa situación en la que se ha dado el ataque o parecidas en el futuro.
    • Tener conductas que hagan sentir más seguro (por ejemplo, si cree que se va a tener un infarto, rápidamente dejar de estar activo, sentarse y descansar).
    • Llamar a los servicios médicos o acudir a ellos.

¿Cuánto puede durar un ataque o crisis de ansiedad?

En la mayoría de casos, el ataque de ansiedad aparece de forma repentina y alcanza su mayor intensidad en los primeros diez minutos. Sin embargo, la duración del ataque en cada persona puede ser variable e ir desde unos pocos minutos hasta horas. 

En todo caso, se trata de una reacción muy desagradable pero inofensiva. Veamos algunos miedos sobre las consecuencias que realmente no ocurrirán:

Mitos sobre las consecuencias del ataque de pánico. 

1. Ataque al corazón.

Las palpitaciones y aceleración de la tasa cardíaca durante el ataque de pánico son reacciones normales del corazón que late más deprisa para suministrar más rápidamente la sangre por todo el cuerpo y que llegue a los músculos la energía necesaria para poder escapar o huir del supuesto peligro. También puede provocar este miedo el dolor de pecho, que en realidad no proviene de un origen cardíaco, sino que se debe a la tensión del músculo del pecho debido a la hiperventilación.

2. Desmayarse.

Debido a la activación del sistema simpático del sistema nervioso autónomo, la persona puede experimentar mareos, vértigo o sensación de inestabilidad que le pueden llevar a pensar que se desmayará. En la mayoría de ocasiones la persona NO se llega a desmayar durante el ataque, ya que para ello es necesario que el ritmo cardíaco y la presión arterial disminuyan notablemente. En cambio, en un ataque de pánico ocurre todo lo contrario, el ritmo cardíaco y la presión arterial aumenta como reacción a la situación de emergencia que cree tener el organismo. 

3. Perder el control.

Creer que se va a perder el control durante el ataque puede deberse a que la persona se queda totalmente paralizada, puede considerar que actúa de manera extraña, grita, corre sin rumbo, etc. En el peor de los casos, lo que se hace es escapar de la situación, y lo que posiblemente se tenga es sensación de confusión o irrealidad. En la realidad, la capacidad de pensar  y actuar  queda conservada. 

4. Volverse loco.

El temor a volverse loco se puede deber a reacciones que se tiene durante el ataque como sensación de irrealidad, visión borrosa y confusión mental entre otros. Sin embargo, todas estas reacciones son consecuencia y respuesta a una situación que se considera de emergencia y no llevan en ningún caso a la locura. La mente está centrada en posibles peligros y le es difícil centrarse en otra cosa.

5. Asfixia o ahogo.

Cuando uno está nervioso, suele respirar de manera más acelerada o profunda como respuesta a la alarma de emergencia que se enciende, ya que se necesita más oxígeno si se tiene que luchar o escapar de la situación. El problema es que como no se lucha ni se escapa porque no hay tal situación de emergencia real, se produce una hiperventilación, dónde se respira más aire del que se necesita y paradójicamente surge el efecto de falta de aire.  

6. La ansiedad no se va a acabar y no podré soportarla.

Se puede pensar que la ansiedad que se tiene va a ir creciendo más y más hasta llegar a un nivel incontrolable y va a permanecer en el tiempo. Esto es imposible porque fisiológicamente, el propio cuerpo no puede mantener este estado de activación indefinidamente, por lo que éste automáticamente empezará a autoregularse para buscar el equilibrio, dado que la situación de emergencia o peligro no es real y no ocurre.

7. Secuelas por ataque de pánico.

Después del ataque de pánico no quedan secuelas físicas, solo un poco de cansancio debido a la activación del cuerpo y el sobreesfuerzo de la persona.

Los ataques de pánico o crisis de ansiedad son muy comunes y no son un síntoma de enfermedad mental grave. En algunas personas estos ataques acaban desapareciendo solos. Sin embargo, en otras estos ataques acaban interfiriendo en su bienestar y se mantienen si no se hace un tratamiento adecuado.

Si te ves identificado y consideras que necesitas ayuda para superar y gestionar estos ataques, en la Clínica de psicología Atenea te podemos ayudar.

¡Te esperamos!


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