La ansiedad es una reacción que se manifiesta ante una señal de amenaza o peligro permitiendo que nuestro organismo se active y podamos enfrentarnos y responder

Es probable que en algún momento de tu vida hayas presentado síntomas de ansiedad ante alguna situación y que una vez que esta ha pasado esa sintomatología haya desaparecido. Sin embargo, también puede pasar que sientas ansiedad ante alguna situación pasada. Entonces surgen preguntas como ¿por qué se mantiene si ahora no tengo que enfrentarme o ya ha pasado lo que me preocupaba? ¿El paso del tiempo no debería ayudar a que desapareciese?

Cuando algo nos genera ansiedad, podemos actuar de dos maneras: evitar la situación que nos la genera o afrontarla. En ambas opciones, podemos encontrar circunstancias que provoquen el mantenimiento, aunque claramente una de ellas, si se hace bien, es la beneficiosa:

- Evitar la situación que la genera. Es decir, evitar exponerse a esta situación o escapar rápidamente de ella. Actuar así tiene beneficios a corto plazo porque disminuye o elimina rápidamente la ansiedad. Sin embargo, a largo plazo puede provocar el mantenimiento de la ansiedad. Cada vez ésta se tolera menos y se refuerza la idea de que uno no es capaz de hacer frente a esta y otras situaciones similares ni a la ansiedad que generan, por lo que la autoconfianza también disminuye y aparece la frustración, todo ello pudiendo generar más ansiedad.

- Afrontamiento de la situación que la genera. A corto plazo afrontar puede resultar totalmente desagradable, dado que están activos todos los síntomas de ansiedad. Sin embargo, a largo plazo es la mejor opción ya que aporta mayores beneficios. Al afrontar estas situaciones, evidentemente aparecerán los síntomas de ansiedad y será desagradable. Como nuestro cuerpo no puede soportar un estado de ansiedad y de activación de forma indefinida en el tiempo, la ansiedad empezará a disminuir así como pasen los minutos. Esto permite comprobar que los síntomas de ansiedad son desagradables pero que no conllevan ningún peligro. A largo plazo, cuánto más se exponga uno, más se acostumbra y menos ansiedad acaba apareciendo.

¿Es posible que me haya enfrentado a la situación que me genera ansiedad y aun así se mantenga?

Aunque no le pasa a todo el mundo, si es posible. Todos tenemos unas estrategias de afrontamiento que desplegamos y ponemos en marcha para salir lo más airosos y de la mejor manera posible de la situación que nos genera ansiedad. Sin embargo, en algunas ocasiones, estas estrategias que antes nos dieron resultado puede que no lo hagan ahora, incluso a pesar de que parezca que sí porque reducen el malestar y la ansiedad en el momento.

Un ejemplo sería afrontar la situación generadora de ansiedad acompañada siempre de alguien de confianza. Esto reduce el nivel de ansiedad en el momento, pero si se vuelve a dar la situación y se tiene que afrontar solo, de nuevo se siente inseguro y con ansiedad.

Si te sientes identificado con lo explicado anteriormente, con la ayuda de terapia psicológica se puede identificar qué es lo que está manteniendo la ansiedad, buscar y aprender estrategias para manejarla y mediante la exposición afrontar las situaciones y circunstancias que la generan con el fin de superarla.